«El Gobierno de mi país ha conseguido infiltrar y controlar en gran medida a la ONU, a los grandes medios de comunicación y a muchas de las grandes ONG. No esperéis nada de ellos. Buscad vías alternativas para vuestra tarea de información y denuncia». Quien de esta manera tan rotunda se expresaba ante Juan Carrero durante la visita de tres semanas que realizó a Washington y Nueva York era Ramsay Clark, antiguo ministro de Justicia de Estados Unidos. Juan Carrero ya tenía sospechas de la actuación estadounidense en la zona africana de los Grandes Lagos, pero al escuchar de esta forma tan tajante a Clark, ya no le queda ninguna duda. «No hay que olvidar que las guerillas están entrenadas, financiadas y armadas por Estados Unidos», explica.
El candidato al Premio Nobel de la Paz del año 2000 comenta además que Roger Winter, director del Comité de Estados Unidos para los Refugiados, es un hombre infiltrado por la CIA y el Pentágono. «Su versión de lo que pasa allí no difiere en nada de la opinión de los gobiernos de Washington o Kigali».
Carrero no ataca solamente a EE UU, y explica que existen en otros lugares como París centros de estudios sobre Àfrica que siguen en la misma línea de desinformación: «Es especialmente importante el de Jean-Pierre Chretien». Para Carrero, quien reconoce que ha fracasado en su intento de encontrar acciones conjuntas con otras ONG norteamericanas, se está viendo estos días la poderosa maquinaria propagandística, financiera, diplomática y militar que ha sido puesta en marcha para llegar a controlar el Àfrica de los Grandes Lagos, sirviéndose de poderosos clanes feudales de aquella región. «Han conseguido hacer pasar por genocidas a decenas de millones de bahutus y convertir por el contrario, en salvadores, a auténticos genocidas como Kagame, responsable del exterminio de 2.500.000 de seres humanos, civiles desarmados en su inmensa mayoría».