«Pinochet debe estar en Chile no en Londres. Chile es una democracia moderna y si le tienen que juzgar que se haga allí». Con estas palabras llegaba ayer a Mallorca el líder de los conservadores británicos, William Hague.
Hague, que asistirá esta noche a una cena en el campo de golf de Santa Ponça organizada por la asociación Conservatives Abroad, llega a la isla en visita semioficial tras el congreso general de su partido que se celebró la semana pasada en la localidad de Blackpool. Fue precisamente en este encuentro de tories donde Margaret Thatcher criticó el sistema judicial español y salió en defensa, por enésima vez, del dictador chileno Augusto Pinochet.
La cena de esta noche, a la que acudirán 120 invitados y donde está prevista la presencia de Jaume Matas, servirá al líder conservador para afianzar el respaldo que, tradicionalmente, ha tenido su partido en la Isla. El estrepitoso fracaso de John Mayor frente a Tony Blair en las elecciones de mayo de 1997 catapultó a Hague al primer plano político. Fue nombrado oficialmente jefe del partido conservador y, por ende, de la oposición.
Sus radicales posturas en contra de la entrada del Reino Unido en la moneda única, (su lema es «Fuertes en Europa. No gobernados por Europa) y su defensa no extraditar a Pinochet a España han marcado sus dos años frente a los tories.