Quince millones de pesetas y que retracte. Esa es la petición formulada por el ex concejal del PP de Calviá, Andreu Pizá, al ex conseller adjunto a la Presidència y ex diputado nacional del PP, Francesc Gilet, para retirar la querella criminal por calumnias que interpuso tras unas diligencias del «caso Calviá». Gilet llamó «auténtica alimaña» a Pizá, en unas declaraciones que recogieron los medios de comunicación. El ex conseller admitió en su momento ante el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Palma, que primero definió a Andreu Pizá como «persona», y luego, metafóricamente, le llamó «alimaña». Gilet aseguró que su frase textual a la salida de un careo del «caso Calvià» fue: «No puedo discutir con una persona que es una auténtica alimaña».
La causa, que mañana verá un Juzgado de lo penal, se enmarca en la refriega judicial protagonizada por dos de los protagonistas de la última fase del «caso Calvià», cuyo juicio fue declarado nulo por el Juzgado de lo Penal, ratificado más tarde por la Audiencia de Palma. Pizá se siente herido por la expresión «alimaña» empleada por Gilet y afirma que no hubiese emprendido una acción judicial «si ese término tan despectivo no hubiese llegado a conocimiento de mi familia», afirmó a este diario. Gilet, por su parte, dijo que la iniciativa de Pizá constituye «una farsa» porque no pretendió insultarle. En el objetivo de desacreditarse de forma mutua, Gilet y Pizá no dudaron en emplear todos los argumentos posibles.