Con la responsable de Sanitat de Cort, María Crespo, queríamos hablar de dos cosas in situ: de los socorristas que velan por la vida de quienes se bañan en las playas del término municipal de Palma "socorristas que desde primeros de octubre ya no están en las torretas, ni en la playa", y de las medidas que el Ajuntament puede tomar en cuanto a ruidos, horarios y demás temas que conciernen al departamento que ella lidera. Así que nos la llevamos, primero, a la Platja de Palma, y a continuación, a la «calle del jamón».
Una vez en la Platja de Palma, la invitamos a subir a una de las torretas de vigilancia, y ella, ni corta ni perezosa, subió. ¡Faltaría más! Y desde lo alto divisó el panorama. Nada de particular. Todo en orden. Los pocos bañistas que había en el mar disfrutaban del placer de bañarse en octubre.
María nos explicó que, desde 1997, el Ajuntament de Palma tiene firmado un acuerdo con Cruz Roja a través del cual ésta presta servicios de socorrismo en las tres playas del municipio, Platja de Palma, Ciudad Jardín y Cala Major, durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, «acuerdo que nos supone un desembolso de 14 millones, once y medio a cargo de Sanidad y dos y medio a cargo de Turismo. Nos hacemos cargo también del coste de las seis torres, 4'5 millones, unos prismáticos y un walkie talkie.
"¿Hay posibilidades de que este acuerdo se prolongue un mes más el año que viene? Por que luego llega la prensa alemana, mira hacia arriba y, al no verlos, publica que los que se ahogan en Mallorca es por falta de socorristas.
"Sí, lo más probable es que prorroguemos un mes más el contrato con Cruz Roja el año que viene, entre otras cosas porque la temporada turística se alarga cada vez más. En cuanto a los ahogados, ninguno ha sido por negligencia, sino por otras circunstancias, tales como fallos cardíacos; fatigas; que se tumban en la colchoneta, la corriente les desplaza y luego no saben volver, etc. En realidad, el bañista, sea cual fuere, debe adoptar una serie de medidas preventivas antes de lanzarse al mar. No es bueno hacerlo tras haber comido o bebido; tampoco es recomendable hacerlo si la temperatura del agua es baja; hay que observar el color de las banderas, que son las que marcan el estado de la mar, y... bueno, si en tierra uno tiene un desmayo o un corte de digestión, ¿por qué no puede ocurrirle también en el mar? El mar no provoca accidentes, sino que somos nosotros, a veces conscientemente, a veces sin querer.
En cuanto a las actuaciones de la Cruz Roja en las tres playas de Palma a lo largo de los cuatro meses, han sido, en total, de 7.843, de las que destacan 2.813 informaciones (consejos preventivos, temperaturas del agua, etc.), 1.147 acciones con embarcación, 1.193 acciones sanitarias "sólo 3 fallecidos (dos en la Platja de Palma)", etc.