Mallorca, en México a través de «Teleclub de viajes»
Tal día como ayer hizo exactamente 14 años desde que tomé un avión desde el aeropuerto de México para regresar a Mallorca. Enviado por Ultima Hora , había pasado nueve días en el Distrito Federal mandando crónicas del terremoto que asoló gran parte de aquella ciudad y que arrojó una cifra de muertos impresionantes, y tratando de averiguar cómo habían pasado aquel dramático sucesos los mallorquines que vivían, y siguen viviendo, allí. Afortunadamente no les sucedió nada.
Recuerdo aquella ciudad, sobre todo la zona afectada, como un inmenso montón de escombros de los que se escapaba un penetrante hedor a muerto que evitábamos gracias a mascarillas empapadas en vinagre. El actual conseller de Turisme, Celestino Alomar, a la sazón destinado en la embajada española, me echó un montón de manos, pues recuerdo que llegué allí como un parvulito, asustado, pues era el primer gran viaje que hacía, además, para narrarlo en directo. Menos mal, ya digo, que Celestí me ayudó bastante. Por suerte, mientras permanecí allí, la tierra no volvió a temblar mas... Bueno, sí, tembló un poquito en lo que estaba echando un vistazo al derruido hotel Andorra, pero sólo fue una réplica sin mucha importancia que yo sentí "¡y cómo!" bajo mis pies. Por lo demás, todo fue bien. Iberia me transportaba a diario los carretes de fotos que Ultima Hora publicaba un día después, y Pep Roig traducía lo que yo mandaba a través de un viajo teletipo en el que no había manera de separar las palabras.