El ácido fítico es una sustancia que se encuentra en alimentos que contienen fibra, como las legumbres, frutos secos, cereales y derivados, necesaria para el cuerpo humano y que, además, tiene propiedades que previenen la formación de piedras en el riñón (cálculos renales). Según los últimos estudios realizados por el equipo de investigación en litiasis renal, dirigido por el doctor Fèlix Grases, catedrático de la Universitat de les Illes Balears, la ingestión de ácido fítico es imprescindible para llevar una dieta sana y equilibrada.
El grupo de investigación que dirige Fèlix Grases ha comprobado recientemente la presencia de ácido fítico en los fluidos biológicos, como la sangre, líquido intestinal y orina, «que viene fundamentalmente de la dieta, ya que el organismo no lo fabrica, de modo que si lo tomamos en cantidad suficiente podemos evitar la formación de cálculos», explicó ayer, en rueda de prensa, el doctor Grases.
El científico insistió en que el organismo humano no sistetiza el ácido fítico «y hemos comprobado que si no se consume de forma regular, en diez días, desaparece de nuestro organismo», declaró. Dada su corta durabilidad en el organismo humano, los investigadores de la UIB animan incluir en la dieta alimentos con ácido fítico, como garbanzos, lentejas, alubias, avellanas, sésamo, arroz integral y otros, ya que el aporte recomendado es de 400 miligramos diarios. «Lo ideal es que su contenido en la orina ronde entre los 2 y 3 miligramos», señala el profesor.
El grupo de investigación en litiasis renal de la UIB ha constatado la potente acción inhibidora que el ácido fítico ejerce en la cristalización de las sales cálcicas, como son los fosfatos y los oxalatos, con lo que se evita la formación de piedras en el riñón. Según expuso el doctor Grases, la incidencia de los cálculos renales en Balears es del 14 por ciento, aunque la media nacional se sitúa en el 10 por ciento.
Preguntado sobre los motivos de que la incidencia sea mayor en las Islas, Fèlix Grases mencionó la pérdida de agua por el sudor como un factor importante y, al contrario de lo que se cree, dijo que «no tiene nada que ver la cal del agua con la producción de los cálculos».