«Skase debe ser intervenido lo antes posible, porque sino, se morirá». Así de enfático se mostró un abogado del bufete palmesano que defiende al magnate australiano, radicado desde 1992 en Andratx, buscado por la justicia de su país y sobre el que pesa una orden de expulsión. La defensa de Christopher Skase no había recibido ayer el auto judicial con la respuesta al recurso presentado contra la resolución adoptada por la titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo, Carmen Frígola, el pasado mes de julio. «Mientras ese auto no llegue a nuestro poder, todo seguirá igual», dijo el abogado.
Familiares y letrados de Skase observan con escepticismo la posibilidad de que el recurso prospere. Por ello, elaboran nuevas estrategias para frenar la expulsión. Una de ellas, sería someter al magnate australiano a una nueva operación de pulmón.
Mientras tanto, éste se pasea con mascarilla y absoluta normalidad por Andratx, junto a un guardaespaldas y sus perros, según recogen las fotografías tomadas ayer y publicadas en esta misma página. Skase, como se sabe, no puede invocar el arraigo ni retrasar más su expulsión del territorio español. El auto dictado por la juez le dejó muy malparado al rechazar la tesis del arraigo en España del empresario australiano. La juez considera que si se instaló en España no fue por lazos familiares, sino que lo hizo huyendo de la Justicia de su país.