Los once miembros de la familia Krasniqi y tres más del clan Sahatçui, refugiados kosovares que fueron acogidos en Mallorca el pasado 28 de junio, abandonaron ayer la Isla para regresar a Kosovo, donde esperan poder participar en la reconstrucción de su país.
La directora general de Cooperació, Assumpta Gorrías, quiso despedir ayer a las familias kosovares que han decidido volver a su país y que durante casi tres meses han residido en Mallorca dentro del programa de acogida en el que han colaborado otras instituciones como Cáritas, Unicef y Cruz Roja.
«La situación en Kosovo ha sido dramática, pero esperamos que el regreso sea bueno y encuentren sus casas y a sus familias lo mejor posible», declaró Assumpta Gorrías, que después cedió la palabra a los auténticos protagonistas del encuentro.
Besim Krasniqi dijo que han estado «muy bien en Mallorca desde el principio» y que les han atendido fenomenal. No escatimó elogios para el Albergue de la Platja de Palma donde han vivido todos estos días ni para el personal y la comida. También comentó que el tiempo que han estado en Mallorca ha sido muy positivo, sobre todo, para los niños, y agradeció la amistad que han cultivado con mucha gente de Mallorca, de donde se llevarán muy buenos recuerdos. «Esperamos volver algún día en otras circunstancias», dijo Besim.