Según el colega británico Nigel Bowden "que puede publicar hoy al respecto un extenso reportaje en la prensa idem", a Michael Douglas le podría costar el divorcio con Diandra unos 40 millones de libras esterlinas, 9.600 millones de pesetas.
La historia arrancó "modestia aparte" de la entrevista que hicimos a Diandra el pasado 1 de septiembre de los corrientes en la que, entre otras cosas, manifestó que si Michael quiere casarse, «antes tendrá que divorciarse, sino, se convertirá en musulmán».
Parece ser que los colegas investigaron el asunto cerca de Michael Douglas y, efectivamente, Michael y Diandra no están divorciados, aunque sí separados legalmente desde septiembre del año pasado.
Al casarse el 20 de mayo de 1977, cuando ella sólo contaba con 19 años, no firmaron ningún acuerdo de divorcio, cosa que suele ser frecuente en los últimos años entre parejas de Hollywood («porque yo te quiero mucho cariño, pero si nos divorciamos "suelen acordar por escrito" sólo te daré 10 millones y la casa de Long Island»), y mucho más tras ver lo que le costó a Donald Trump el divorcio con Ivana, o el de otros famosos. De ahí que hoy, según cuentan "o contarán" esos colegas, la cuestión estriba en cuánto le correspondería a Diandra en el reparto postdivorcio, que algo será, ¿no?, pues recordemos que los dos comenzaron a caminar juntos cuando él sólo había hecho «Las calles de San Francisco» y pocas cosas más, lo cual vale mucho para ella, pues a su lado fue cuando amasó el gran patrimonio que ahora posee. También se tendría que ver qué casas se queda Diandra, entre las que también está la de s'Estaca.
Así que Michael puede anunciar en el día de su cumpleaños, desde Malibú, su boda con Zeta-Jones, quien dicen que lleva un sortija suya valorada en 180 millones de pesetas, pero probablemente no dirá qué día.