Los usuarios del servicio de taxis de Palma, así como algunos taxistas de la ciudad, han querido compartir con Ultima Hora su opinión sobre la decisión del Ajuntament de que los taxis puedan, por un lado, conservar su actual imagen "en color negro-marfil", así como pintarse totalmente de blanco.
La gran mayoría no cree que esta dualidad vaya a causar un problema de adaptación en la población, pero afirman que es una medida innecesaria. Lo más criticado ha sido la doble posibilidad en sí. En general se prefiere la uniformidad.
Muchos prefieren que los taxis mantengan su color de siempre, ya que consideran que forma parte del paisaje urbano. Sin embargo, muchos otros, opinan que el color de los taxis no tiene importancia siempre que el servicio de transporte funcione bien, y que si al sector le conviene más un color que otro que sea éste el que decida.
También hay discrepancias sobre si los ciudadanos deben cargar con el pintado de los coches que decidan conservar los colores tradicionales, tal y como sugiere el acuerdo adoptado por el Gobierno municipal.