La Asociación de Salas de Fiesta, Discotecas y Similares de Balears ha presentado una querella criminal contra el alcalde de Palma, Joan Fageda, al que acusa del «delito de prevaricación».
La querella se fundamenta en que, al menos desde el año 1994, los diversos establecimientos abiertos en la calle Padre Bartolomé Salvá, conocida como «calle del jamón», «desbordan con creces los límites de su autorización administrativa» -poseen licencia de bar- con el beneplácito del responsable de la ciudad.
«Tales establecimientos, al abrigo de la licencia obtenida para ejercer la actividad de bar, vienen desarrollando 'de facto' la propia de Discotecas», expresamente prohibida en el artículo 56 del Decreto 19/1996», especifica la querella. Todo ello hasta las cuatro e incluso cinco de la mañana».
La actuación de estos locales «para la que no se hallan autorizados», constituye -según los querellantes- una falta grave de conformidad con el artículo 48. 2b de la Ley 8/1995, de 30 de marzo, de la CAIB, que habla de la puesta en marcha de las instalaciones sin la autorización preceptiva, calificable como muy grave de conformidad con el número 3 del mismo artículo, vista la reincidencia (...) y ello con el beneplácito de la autoridad local».
Con independencia de las sanciones económicas previstas, el artículo 51 de la citada Ley impone al alcalde «la adopción de la medida cautelar consistente en la paralización y clausura de la actividad y de las instalaciones que no cuenten con la autorización correspondiente (...)». Aún más, se denuncia que el artículo 45.5 de la Ordenanza municipal del ruido prohibe expresamente en este tipo de locales la «actividad musical desde las 24.00 a las 09.00 horas».