La jornada de puertas abiertas, programada con motivo de la III Diada de Mallorca, congregó ayer en el Palau del Consell Insular de Mallorca (CIM) a unas 200 personas, la mayoría turistas, que no quisieron perderse la oportunidad de realizar una visita guiada a las instalaciones. Hoy domingo, volverá a estar abierto a todo el mundo de diez de la mañana a siete de la tarde. Los anfitriones prepararon con minuciosidad el programa de actividades, y cada hora, guiaron a los visitantes por la sede del Palau. Hubo preguntas sobre las más variadas cuestiones, pero muy pocos, según los bedeles que les atendieron, sabían que estaban celebrando la cita histórica del 12 de septiembre de 1276, cuando Jaume II juró les Franqueses i Privilegis concedidos por su padre, el Rei Jaume I.
La presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, ha solicitado que la IV Diada de Mallorca que abrirá el próximo milenio sea festivo, porque se trata de una fiesta que «defiende la realidad nacional de la Isla», declaró. La Diada pretende recordar la figura del primer Rey de Mallorca, que para muchos mallorquines constituye, todavía, un ejemplo de constancia en el trabajo, de perseverancia y lucha por la dignidad. El acto de ayer, de puertas abiertas en la sede del Palau, quiso reflejar el espíritu de acogida a los visitantes de les Illes, porque, como afirmó Munar: «La Diada de Mallorca debe ser entendida como la representación de las ilusiones de los mallorquines que, con un proyecto colectivo que les une, actúa de la manera más sabia, que es aprender del pasado, aprovechar el presente y proyectar un futuro lleno de esperanza que acaba de empezar».