Reducir el consumo de energía y realizar un uso racional de la misma, captar energía del sol, aprovechar el agua, aprovechar los espacios verdes como recurso didáctico ambiental, incorporar materiales autóctonos y no perjudiciales para el medio ambiente y adoptar medidas que potencien el ahorro de recursos no renovables son algunos de los objetivos que se persiguen con las medidas incluidas en el código medioambiental que pretende aplicar la Conselleria d'Educació en las nuevas construcciones y proyectos de reforma que lleve a cabo en los próximos cuatro años.
El conseller d'Educació, Damià Pons, explicó ayer, en rueda de prensa, que es intención de la Conselleria tener en cuenta una serie de cuestiones medioambientales en las nuevas construcciones y reformas de centros, acordes con el mensaje desarrollo sostenible que se transmita a los escolares.
Asimismo, la administración educativa pretende que, además de ir incorporando medidas que supongan un ahorro de recursos como el agua, sirvan a los escolares a formarse como ciudadanos responsables con el medio ambiente.
El conseller dijo que se trata de programas que implican también a otras Conselleries, como Medi Ambient y Energia e Innovació Tecnológica, y «también a empresas privadas». La Conselleria quiere también impulsar líneas específicas de investigación y desarrollo que vayan dirigidas a resolver estas cuestiones medioambientales. Según Pons, la aplicación de estas medidas requerirá financiación, por lo que se intentará captar el máximo de recursos de otras administraciones.