El vicepresidente y conseller d'Economia i Comerç, Pere Sampol, criticó ayer abiertamente la decisión empresarial adoptada por el grupo Iberia de implantar en las rutas interislas turbohélices Fokker 50 de Air Nostrum, «ya que significará una pérdida de calidad del servicio y menos capacidad para pasajeros y mercancías».
El Govern, pese al visto bueno dado por el conseller d'Obres Públiques i Transports, Josep Antoni Ferrer, al director comercial de Iberia, Enrique Donaire, «va a intentar negociar con Iberia para que reconsidere esta medida, aunque consideramos positivo que a partir del 31 de octubre se vayan a aumentar las frecuencias en las rutas interislas. Hay que buscar una solución qeu satisfaga a ambas partes».
Preguntado sobre la posibilidad de que estas rutas sean declaradas de servicio público, Sampol dijo que el Govern «tiene que trabajar en esta cuestión, ya que tenemos en estudio el sacar a concurso público estas rutas tal y como nos posibilita la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales de 1999».
El Govern optó a finales del pasado verano utilizar esta vía, pero al ponerse de acuerdo las compañías aéreas y seguir manteniendo sus frecuencias, se desechó la opción del concurso. Al variar las circunstancias, el Ejecutivo de Antich tiene la posibilidad de hacerlo, lo cual garantizaría unos requisitos mínimos del servicio en cada ruta, tales como fijar un máximo precio, mínimo de frecuencias, franja horaria y el tipo de avión y se operaría de forma exclusiva. Esto comportaría la asignación de subvención estatal, autonómica o mixta para posibilitar su operatividad.