Las lluvias registradas en Mallorca en la madrugada del pasado martes fueron importantes, pero no supondrán un alivio definitivo a los problemas derivados de la sequía «si no tienen continuidad», dijo ayer el director del Centro Meterológico de Balears, Agustí Jansà. Pese la intensidad de las lluvias, Mallorca sigue soportando elevadas temperaturas, en muchos casos, superiores al resto de comunidades.
Las zonas más afectadas por la tromba de agua fueron Sóller y el Port de Sóller, que registraron 81 y 60 litros por metro cuadrado. Por ello, se produjeron inundaciones en determinadas áreas de esas localidades. Cinco viviendas particulares y un establecimiento comercial de la calle del Mar han sufrido inundaciones tras las intensas lluvias de la madrugada de ayer, debido a fallos en la red de alcantarillado.
Fuentes de la Policía Local de Sóller informaron a EFE de que fue necesaria la intervención de los bomberos en seis casas de la parte derecha de la calle del Mar a primera hora de la mañana, ya que se hallaban inundados sus sótanos con aguas provenientes de la nueva red de alcantarillado.
El concejal de bienes y servicios del Ajuntament, Tomàs Arbona, indicó que las inundaciones podrían provenir «de un posible tapón en la red o simplemente por la gran avenida de agua en poco tiempo».
Arbona comentó que, «pese a la reciente separación de las aguas pluviales de las fecales, las aguas de los patios traseros y de las vertientes posteriores de las casas se vierten en la red de aguas fecales, y no en la de pluviales, por lo que es posible que el tamaño de las tuberías fuera insuficiente».
También, fueron importantes las actividades pluviométricas registradas en Valldemossa (55 litros por metro cuadrado), Port des Canonge (31), s'Arracó (23) y Palma (entre los 3 litros de Portopí y los 15 de sa Cabaneta).
La media de lluvias en Mallorca en lo que va de año se sitúa un 50 por ciento por debajo de la registrada en los últimos treinta años. La situación de los embalses de Mallorca es, a día de hoy, preocupante. Los pantanos se encuentran por debajo de su capacidad, casi a la mitad de como se encontraban el año pasado por estas fechas. Este bajón de las reservas se debe tanto a la falta de lluvia que vive la Isla de desde hace meses, que ha impedido su recuperación, como al aumento del consumo registrado este verano, que no ha permitido frenar las extracciones.