Es la moda. Gentes de todos los lugares del mundo y de toda condición social pasean por las calles sus cuerpos «adornados» con dibujos de todos los tamaños, formas y colores. Desde personajes famosos del mundo de la canción, sirvan los ejemplos de Tommy Lee Jones (el marido de la exuberante Pamela Anderson) y Bon Jovi, hasta futbolistas de la talla de Guti, «Chupa» López o Dani ya se han hecho uno (o varios). Para nadie pasa desapercibido y, aunque haya gente que opine que eso de llevar marcado el cuerpo es una barbaridad, más de mil personas en Palma lucen tatuajes en alguna parte de su cuerpo.
«Yo lo hago como una forma de expresar algo. Es como cuando me visto con un tipo de ropa determinado. Si voy en vaqueros y con camiseta pues doy una imagen de querer ir más cómoda. Llevo un tatuaje de demonio...», comenta Lourdes Planas, de 24 años. En Palma existen unas cinco o seis tiendas que se dedican al negocio del tatuaje. «Lo más importante es la higiene. Una vez, entré en un sitio porque era más barato, pero cuando vi que 'aquello' no era muy sano, salí rápido. Prefiero gastarme un poco más pero estar seguro de que no voy a coger ninguna infección a gastarme menos y luego tener problemas», dice Pedro Martorell, de 21 años.
Las chicas eligen partes del cuerpo como la espalda, el pecho u otras zonas un poco más «ocultas» y los chicos se decantan por los brazos, las piernas y la espalda.