En la mañana de ayer, la reina Sofía y Noor, viuda de Hussein de Jordania, estuvieron de compras por el centro de Palma. Iban solas, acompañadas de un discreto servicio de seguridad.
Todo comenzó poco más o menos a las diez y media de la mañana. Tras aparcar los coches en la Plaça de Cort, la reina doña Sofía y la viuda de Hussein, ésta vestida completamente de negro "pantalón y jersey", cubriéndose sus ojos con unas gafas oscuras y calzando sandalias a juego con la ropa, iniciaron el recorrido que, dos horas después, concluyeron en es Born. Antes habían visitado tiendas típicas de la zona centro, buscando lo que posiblemente en su país, Nueva York y Londres no encontrarían.
La reina viuda de los jordanos, junto con sus dos hijas, ha pasado cuatro días de descanso en Mallorca, en la residencia de verano de los reyes de España. Salvo ayer por la mañana, cada día han navegado hacia Cabrera en el «Fortuna» y en la noche del sábado, habiendo regresado la reina Sofía de Alemania, donde asistió a los festejos del 250 aniversario de Goethe, salieron a cenar, junto con Ana María de Grecia, al Flanigan de Puerto Portals. El resto de días, salvo de espaldas y de lejos "siempre en el «Fortuna»" apenas se ha dejado ver.
Camino de los coches no pasaron desapercibidas entre la gente, especialmente ella, pues ver a la reina Sofía de compras es algo a lo que estamos acostumbrados y apenas le damos importancia. Antes de subir al Mercedes de la Reina, Noor le hizo unos mimos a un crío cuyo padre portaba en brazos.