El presidente de Sol Meliá, Gabriel Escarrer, así como el vicepresidente ejecutivo de Barceló, Simón Pedro Barceló, y los consejeros delegados del grupo Iberostar, Jaime Cortés, y de RIU, Carmen Riu, expresaron ayer al presidente del Govern, Francesc Antich, sus dudas sobre la legalidad de la ecotasa o tasa turística que se quiere implantar.
Los dirigentes de las principales cadenas hoteleras de Balears y de nuestro país manifestaron su desacuerdo por este proyecto, «ya que es ir contracorriente, ya que no hay ninguna comunidad autónoma ni ningún país del Mediterráneo donde se aplique. Entendemos la inquietud por mejorar el medio ambiente y la oferta complementaria, pero hay que ver qué soluciones se pueden aportar».
Por su parte, el director general de Turismo del Ministerio de Economía, Germán Porras, anunció ayer en Madrid que la Secretaría de Estado de Turismo teme que esta iniciativa del Govern sea copiada por otras comunidades autónoma, «lo que podría terminar perjudicando a la competitividad de España frente a otros destinos turísticos. La solución pasa por un pacto local para redistribuir el gasto público y por la proliferación de figuras impositivas».
La cúpula del Fomento del Turismo de Mallorca, así como la Asociación de Agroturismo de Balears también expresaron ayer su oposición a la implantación de la ecotasa al propio Antich.
El presidente del Fomento, Miquel Vicens, entregó a Antich un documento elaborado por el Fomento hace algo más de un año, en el que esta institución es partidaria de una fórmula similar, «pero siempre que esté justificada, que sea justa en su reparto y que no provoque complicaciones a los sujetos pasivos. Estas propuestas no las cumple el actual proyecto del Govern, de ahí nuestra oposición».
El Fomento, asimismo, aprovechó la audiencia con Antich para exigir a Madrid la gestión de los aeropuertos de las Islas por parte de la Comunitat Autónoma balear: «Antich comparte nuestros objetivos en esta materia. Los beneficios de los tres aeropuertos de las islas son de 10.000 millones de pesetas, lo que equivale a la tan traída ecotasa de mil pesetillas. Para conseguir esto hay que negociar con los socios nacionalistas del Gobierno central».