Representantes del mundo rural han acogido con interés y satisfacción la propuesta formulada por la Conselleria d'Agricultura para que los propietarios de fincas rústicas puedan alquilarlas y lograr de esta manera una renta complementaria a sus actividades. En el fondo de esta propuesta se encuentra la finalidad de acabar con la progresiva venta de fincas rústicas por parte de sus propietarios debido a las escasa rentabilidad de las tierras.
El conseller d'Agricultura, Joan Mayol, explicó ayer que su departamento presentará en el plazo de unos meses una propuesta para modificar el decreto de agroturismo y turismo rural. Mayol explicó que el decreto de agroturismo exige que la finca sea una explotación agrícola. Sin embargo, la acepción es demasiado amplia y caben en ellas fincas que, en realidad, no son agrícolas.
Lo que el Govern pretende es que los propietarios de fincas que realmente se dedican al campo puedan obtener esos ingresos complementarios alquilando casas, pero manteniendo su actividad tradicional. De paso, se puede ofrecer a los turistas la realización de actividades propias del campo, como la recogida de almendras o el esquilado de ovejas, por citar algunos ejemplos.
La Asociación Defensa de Mallorca mostró ayer sus satisfacción y sus esperanzas ante esta propuesta anunciada por el conseller d'Agricultura. «Confío en que se lleve a buen puerto este proyecto», afirmó la representante de esta asociación, Magdalena Mayol.