Las superficie de uso agrícola con regadío ha descendido de manera acusada en Mallorca en los últimos años ya que, según los datos obtenidos a través de fotografías por satélites, dicha superficie ha disminuido en 3.552 hectáreas desde 1985. Se ha pasado de registrar 12.734 hectáreas de regadíos en la citada fecha a registrar 9.182 hectáreas.
Las fotografías por satélite, que están realizadas por el Lanzat, ofrecen una información muy completa de la superficie de la Islas que se riega habitualmente. El problema es que, hasta este momento, las fotografías se han realizado en momentos puntuales, concretamente a principio de verano por lo que, según el director general de Recursos Hídrics, Antonio Rodríguez, para sacar conclusiones definitivas sería necesario realizar un estudio continuado.
Para ello esta previsto realizar un concurso público cuyo adjudicatario deberá realizar fotografías por satélite durante todo el ciclo agrícola anual con objeto de tener más datos y más contrastados.
Los resultados de los estudios realizados hasta este momento dan resultados calificados por Rodríguez de «contradictorios» ya que, en un principio, no corresponden con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística ni con el censo Agrario. Es por eso que el director general de Recursos Hídrics pide que se realice un estudio continuado «ya que puede que haya gente que dice que cultiva y luego no lo hace».
La opinión de los técnicos de Medi Ambient es que los datos del censo Agrario pueden ser erróneos y, en caso de que así sea, desean cotejarlos para poder realizar una política efectiva de ahorro de recursos hídricos.
Respecto al descenso observado en la superficie regada en la Isla Rodríguez plantea la posibilidad de que esa superficie destinada a uso agrícola haya desaparecido en perjuicio del sector turístico.
Diversas iniciativas para ahorrar agua
El Govern ya aprobó hace varios meses el llamado Pla Proalfa que,
según aseguraron, aparte de ayudar a los agricultores y ganaderos
de la zona del Pla de Sant Jordi, permitiría ahorrar seis
hectómetros cúbicos de agua, es decir, una cantidad equivalente a
la «operación barco».
Por otra parte la empresa Emaya anunció también la inversión de 6.920 millones de pesetas en un periodo de ocho años para mejorar las redes de suministro de agua. Se trata de impedir, según anunciaron, las fugas en las cañerías que, en algunos casos suponen el 40 por ciento del agua que se canaliza. Por otra parte la empresa municipal también comenzó una campaña para potenciar la instalación de contadores individuales ya que está demostrado que es uno de los sistemas más eficaces para que los ciudadanos no derrochen agua.