El Mari Cha III, el one off, que se mandó construir el año pasado en astilleros neozelandeses el millonario Robert Miller, entre otras cosas dueño de los dutty free y consuegro de Constantino de Grecia, y que durante este verano amarra en un pantalán de Puerto Portals, ha sido puesto a la venta, según leemos en la revista «Boat» del presente mes. No dice por cuánto, pero andará entre los 1.500 y 2.000 millones de pesetas. Una barbaridad para quienes no tenemos un duro, pero una bagatela, tal y como están hoy por ahí los precios de los buenos barcos, para un millonario.
El Mari Cha III llegó a Palma a principios de julio, amarrando siempre en el mismo pantalán, desde donde llama la atención por su belleza y espectacularidad. Unos días los Miller y sus invitados embarcaban desde ahí, otros iba el barco a buscarlos al Port de Sóller, hasta donde llegaban desde Montcaire (Fornalutx), que es donde viven.
Con este velero, los Miller y sus invitados han recorrido el archipiélago en varias ocasiones, yendo tres o cuatro veces a Eivissa. Y una vez navegeron en él los Reyes de España. Fue aquella mañana de la segunda semana de agosto, una vez concluida la Copa del Rey. A bordo les aguardaban los anfitriones, Robert y señora, sus tres hijas, María Pía, María Chantal y María Alejandra, su yerno, Pablo de Grecia, la infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, Constantino y Ana María de Grecia y la princesa Irene.
Este fin de semana, el Mari Cha III ha navegado hasta Cabrera, en una de cuyas calas ha fondeado, muy cerquita del Fortuna y de la Llamp, que se les unió en la mañana de ayer, domingo, y en la que iban las infantas, sus respectivos esposos y el pequeño Froilán, seguramente tratando de apurar los últimos días de vacaciones.
Del Mari Cha III llama la atención prácticamente todo, pero especialmente su navegar a todo trapo, verdaderamente espectacular, y su austero interior, de madera, tan austero como confortable y elegante.
Posee el récord de la travesía del Atlántico
Construido en Nueva Zelanda con diseño del francés Philip Briand, que le dotó de una línea limpia y moderna que lo convierte en rápido "el más rápido monocasco del mundo, aseguran", además de bello y confortable, a poco de ser botado ganó el premio al barco más innovador. Posee, además, el récord de navegación, pues recorrió el Atlántico, desde Nueva York hasta un puerto del SO inglés, en menos de 9 días. Sus interiores han sido diseñados por John Munford. Posee cinco habitaciones para seis invitados y el sistema de velas es hidráulico.