Ayer por la mañana, a la hora acostumbrada, el «Fortuna» se hizo a la mar. Posiblemente éste será uno de sus últimos viajes, pues, según comentaba Mari Àngels Alcázar en «el Periódico de Cataluña», a nada que los Reyes echen el cerrojazo a las vacaciones de verano en Marivent el yate real será desguazado pues, al poder estrenar en el verano próximo el nuevo «Fortuna», que por lo visto ya está a punto, éste ya nada tiene que hacer.
Que vaya al desguace no es por otra cosa que para evitar que quien lo pudiera comprar especulara con él, por aquello de que es el barco del Rey. Eso, claro, si se lograba vender, pues el yate, mecánicamente hablando, está bastante mal, por no decir muy mal, cosa que por otra parte nadie ignora a causa de la cantidad de veces que ha sido noticia a causa de las averías.
Así, pues, contemplémoslo, ya que queda poco para seguir viéndolo tal cual; dentro de nada puede quedar convertido en un montón de chatarra. ¿Que dónde se desguazará? De momento no se sabe, pero seguramente será en unos astilleros cualificados para este tipo de operaciones.