El aeropuerto de Son Sant Joan registró ayer un nuevo récord, con un movimiento de 820 vuelos y 126.000 pasajeros, aunque la jornada transcurrió con bastante normalidad, pese a ser un día de máxima afluencia de viajeros. Sin embargo, como viene siendo habitual cada sábado de verano, los vuelos que operaron con Son Sant Joan se vieron afectados por las restricciones impuestas por Eurocontrol a los controles de Barcelona, Madrid, Marsella, Burdeos y Suiza, según informó el ejecutivo de servicio en el aeropuerto de Palma.
Las restricciones impuestas en toda Europa repercutieron, sobre todo, en las operaciones aéreas a partir de las tres de la tarde, ya que hasta ese momento la puntualidad alcanzó el 95 por ciento. No obstante, a partir de primeras horas de la tarde, la puntualidad disminuyó hasta el 81 por ciento de los vuelos, por lo que el 19 por ciento restante sufrió demoras de 35 minutos en las llegadas y 27 minutos en las salidas de promedio. El retraso máximo registrado en Son Sant Joan no superó las dos horas y media.
Cabe destacar que el aeródromo palmesano logró recuperar ayer 8 minutos en los vuelos que llegaban a Son Sant Joan con retraso, ya que llegaban con una demora media de 35 minutos y salía con un retraso de 27 minutos. El resto de las actividades aeroportuarias se produjeron con bastante normalidad a pesar del elevado volumen de pasajeros y vuelos registrado, que apenas dio respiro a los trabajadores de facturación y handling.