El puerto de Palma recibió ayer al gigantesco portahelicópteros de asalto anfibio norteamericano Kearsage, que ha participado en la guerra de Yugoslavia desde el mar Adriático. Sus millar largo de tripulantes, entre ellos numerosas mujeres, (a los que se añaden 1.800 tropas en operaciones de combate) destinará la escala en Mallorca a disfrutar de un anhelado descanso de una semana tras meses de dura campaña aeronaval.
La mole gris del buque, de 40.532 toneladas de desplazamiento a plena carga, quedó atracada en el Dique del Oeste, en medio de una gran actividad humana a bordo. No en vano, esta unidad opera como una base flotante con medios muy diversos. Así, su fuerza naval combina el arma aérea (con aviones Harrier de despegue vertical y helicópteros de combate del tipo Sea Knight y Sea Stallion, entre otros, alojados en el hangar y la cubierta de vuelo) con el potencial anfibio (mediante un grupo de intervención compuesto por un regimiento mixto con efectivos de asalto, medios acorazados, artillería remolcada e ingenieros, municiones y pertrechos). Esta unidad forma parte de una serie de diez dividida en dos clases, posee la versatilidad para afrontar cualquier operación de desembarco a gran escala.