El Govern balear tiene en el aire en estos momentos la financiación de los 36.800 millones de pesetas que figuran en el convenio de carreteras para la construcción de nuevas autopistas en las Islas. El convenio firmado en su día es finalista, lo que quiere decir que el Gobierno central se comprometió a financiar exclusivamente el listado de proyectos incluidos en ese convenio.
Cualquier desviación de los proyectos presentados debe negociarse en la Comisión Mixta paritaria que se creó al efecto por medio del mismo convenio. En cualquier, en última instancia las modificaciones deben contar con el visto bueno del Gobierno central. Si existe un desacuerdo absoluto entre ambas administraciones y no se hacen las autopistas, el Gobierno puede optar por no financiar las mejoras en carreteras previstas por el nuevo Govern balear.
Tanto el president del Govern, Francesc Antich, como el nuevo conseller d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, han asegurado en repetidas ocasiones desde que han tomado posesión de sus cargos que su objetivo es tratar de alcanzar un acuerdo para que Balears pueda recibir la financiación necesaria, aunque los nuevos proyectos no se ajusten a lo pactado en el convenio.
Hasta la fecha, la Comunitat Autònoma no ha recibido ni una peseta de todas las actuaciones previstas dentro del convenio de carreteras. Algunos de los proyectos definitivos ya se encuentran redactados, pero todavía no han sido iniciados.
A lo largo de esta legislatura estaba previsto el gran despliegue de actuaciones en materia de carreteras, que ahora quedará ralentizado ante la oposición del nuevo Ejecutivo a que se construyan nuevas autopistas o se amplíen las existentes.