El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que la subida de pensiones no contributivas anunciada por algunas comunidades autónomas, entre las que se encuentra Balears, es un disparate y acusó a estas autonomías de entrar en una «subasta para luego acabar diciendo que luego son 700 pesetas».
El presidente del Gobierno realizó estas declaraciones tras mantener el primer despacho oficial del verano con don Juan Carlos en el Palacio de Marivent. Al término de este encuentro, que se prolongó por espacio de casi hora y media, Aznar alertó del riesgo de que, a partir de ahora, cualquier institución "como un ayuntamiento, una diputación, un cabildo o un consell" acuerde de manera unilateral una subida de estas pensiones no contributivas.
«Hay una regla básica absolutamente fundamental que no es otra que la subida sea igual en cualquier parte del territorio nacional», afirmó el presidente del Gobierno. Aznar pidió a las comunidades «un poco de seriedad» y que no jueguen «con la garantía de todos los pensionistas españoles para el futuro».
Al respeto, el presidente aseguró que hace cuatro años, la Seguridad Social se encontraba en quiebra «y este año ya tendrá sus cuentas equilibradas». El presidente admitió que hay pensiones «muy bajas» y que por eso se han ido incrementando.
«En otras épocas de la historia de España se hacía esto con algo más de decoro, como en la Restauración, y el Conde de Romanones no mejoraría alguna de las declaraciones que se han hecho estos días», apostilló Aznar.
Sobre la subida de pensiones, el president del Govern aseguró por su parte que está dispuesto a reconsiderar el complemento a los pensionistas «sólo en el caso de que el Gobierno central corrija este problema». Aseguró que la subida es una cuestión de solidaridad «en una sociedad en la que hay gente que cobra 25.000 pesetas». Antich animó al Gobierno a que emprenda por su cuenta las subidas acogiéndose al pacto de Toledo.