No participó el príncipe don Felipe, ya que el Año Compostelano le obligó a estar en Santiago presidiendo un encuentro milenario de jóvenes. Tampoco vimos en los pantalanes ni a Iñaki Urdangarín ni a su esposa, la infanta doña Cristina, aunque sí los vimos más tarde, en el campo de regatas, a bordo del «Fortuna», al lado de la reina doña Sofía y su cuñada Ana María, reina de Grecia.
De la Casa Real, posiblemente el primero en llegar fuera don Jaime de Marichalar, de Casera, o sea, de blanco "no ha fallado ningún día, que conste"; un poco después apareció por el pantalán Constantino y por último don Juan Carlos, que como siempre llegó con más que tiempo suficiente para tenerlo todo dispuesto y a punto para la prueba. Tras aparcar su coche "el escarabajo", le vimos hablar con el presidente de la Federación Española de Vela, con Cussi, el armador del «Bribón», y más gente. En cambio, no pudimos asistir al encuentro entre SM y Zaplana, presidente de la Comunidad Valenciana, a quien, quienes guiaban sus pasos por el club, le llevaron por todas partes menos por donde estaba don Juan Carlos.
Aunque se llevaron algunos chispazos, habían quedado en un segundo plano Blanca Suelves y la presentadora de «Corazón de Verano», Anne Igartiburu, quien la víspera había pillado un berrinche por no haber podido embarcar, cosa que no ocurrió ayer, pues se enroló en el «Terra Mítica». Anne, aunque no la llevaba de la mano, se había traído con ella, lo más seguro para que viera el ambiente, a la pequeña Ivana, la niña chechena que tiene en casa hasta el próximo mes y que no se debe de enterar de muchas cosas, pues ni habla nuestro idioma, y su asombro puede más que su sentido de observación.