Mallorca sufrió ayer, último día de julio, una auténtica «invasión» turística por cielo y mar, ya que la actividad en el aeropuerto de Palma y en el puerto batió todos los registros, según confirmaron portavoces de Son Sant Joan y de la instalación portuaria. Unos 123.000 pasajeros transitaron por las dependencias aeroportuarias, y Trasmediterránea anunció que 7.000 viajeros se habían trasladado ayer desde Barcelona a Palma.
Pese al intenso tráfico, característico en las fechas que coinciden con el final de julio y el principio del mes de agosto, el aeropuerto de Palma operó ayer con normalidad en un 74 por ciento de las operaciones y en el resto experimentó demoras de 37 minutos de media en las llegadas y de 25 en las salidas, según fuentes aeroportuarias.
El aeropuerto palmesano tenía programadas ayer 820 operaciones, entre despegues y aterrizajes, y un tránsito de 124.000 pasajeros, lo que indica un aumento respecto al año anterior de un 3'8 por ciento. Respecto a las restricciones que, como es habitual los fines de semana, se registran en Marsella, Suiza, Inglaterra y Barcelona, las fuentes destacaron que «no afectaron al tránsito de manera significativa».
Para las horas punta de ayer por la tarde, entre las 17:00 y las 21 horas, se mantuvieron los niveles de las demoras registrados por la mañana, con un 75 por ciento de puntualidad en las llegadas y un 66 por ciento en las salidas. Alrededor de 329.000 pasajeros, repartidos en 2.260 aviones, están utilizando Son Sant Joan durante este fin de semana, lo que significa un aumento del 3'8 por ciento en relación a las mismas fechas del año anterior, según informó la dirección de Son Sant Joan.