El consistorio palmesano se constituyó ayer, veinte días más tarde que el resto de los ayuntamientos de la comunidad balear, con una expectación ciudadana fuera de lo corriente, habida cuenta de lo que suele costar arrastrar a la gente a los actos institucionales. Sin embargo, el salón de plenos del Ajuntament, sus antesalas y la plaza de Cort estaban a rebosar de curiosos, fans del alcalde Joan Fageda y contadas autoridades, a destacar el president del Govern en funciones, Jaume Matas.
Quienes no pudieron seguir la ceremonia en primera línea lo hicieron a través de una gran pantalla de televisión instalada en la antesala. Allí, numerosas mujeres «entradas en años», que llevaban prendidas en el vestido fotos de Joan Fageda, convocadas al acto por Maria Teresa Rattier, presidenta de la Unió Democràtica de Pensionistes de Balears, aprovechaban cualquier ocasión para ovacionar a su alcalde. Este hecho suscitó algunas críticas en las filas de Unió Mallorquina, ya que Josep Lliteras y Maximiliano Morales consideraron «vergonzosa» la masiva presencia de personas de la tercera edad y su desaforada actitud en este acto solemne, lo que llenó de indignación a Rattier.
Familiares de los miembros del consistorio y representantes de asociaciones de vecinos coparon el salón de plenos, mientras que desde el exterior siguieron el acontecimiento caras conocidas como el ex diputado socialista Joan March; el director general de la Conselleria d'Educació Rafael Bosch; el que fue concejal tránsfuga de UM en la época socialista, Santiago Coll, y también muchos funcionarios municipales. Estos reiteraron comentarios sobre lo mucho que ha mejorado el consistorio con «el aumento de sus componentes femeninos» y a los equívocos del secretario del Ajuntament al leer el apellido vasco del concejal Jordi López Bezunartea, que sólo consiguió pronunciar correctamente una vez.
El momento de mayor expectación lo despertaron los juramentos de los cargos, seguidos de aplausos y «bravos» tras la lectura de los nombres de algunos miembros del PP, como el propio alcalde y los concejales Rodríguez, Serra o Àlvarez.