Pues ya ven lo que son las cosas. Pese a ser el programa de mayor audiencia emitido en los últimos años por la televisión alemana "casi once millones y medio de telespectadores de promedio, (y en momentos cerca de catorce)", y romper todos los récords establecidos en sus 117 emisiones a lo largo de 18 años, el Wetten dass? (la versión germana del ¿Qué apostamos?) retransmitido en directo el sábado desde el Coliseo Balear palmesano estuvo a punto de no emitirse.
Ése es el que podría ser el titular "largo, desde luego" de la crónica que desde Berlín el comentarista alemán ha escrito del Wetten dass? el día después, en la que destaca que la emisión de este programa vino precedida por las críticas de numerosos mallorquines que se sintieron discriminados "yo diría más bien críticas hacia el poco tacto y sentido de la correspondencia y convivencia que demostraron los mentores de la ZDF" amen de las que se escucharon desde la Organización Alemana de Defensa de Animales por celebrar el evento en un coso taurino.
El cronista nos descubre que el presentador del espacio, Thomas Gottschalk, que con otro look llegó el jueves a Palma, muy en secreto, desde Malibú, que es donde tiene fijada su residencia, parece ser que se dio un encontronazo contra el cristal de una puerta que lo dejó casi al borde del KO, por lo que tuvo que salir a escena bastante medicado. Para colmo, Sofía Loren, que junto con Montserrat Caballé fueron las estrellas invitadas de la noche, por falta de coordinación estuvo a punto de perder el avión y no llegar, mientras que "y tanscribo literalmente" la diva operística Montserrat Caballé puso a prueba los nervios de los productores al no ser localizada en su hotel.
A todo esto, añadamos que la emisión le costó a la productora ZDF tres millones de marcos y, ya decimos, todo estuvo a punto de irse al traste. «Sin embargo "sigue el cronista" los telespectadores no percibieron el caos que se cebó en el programa».