Existe otra manera de contemplar la bahía de Palma, a parte de pasear por ella, que es navegando. De esta forma, se puede obtener una panorámica de la bahía muy diferente a la que se obtiene desde la costa.
A cualquier hora del día, desde las 10.30 horas hasta las 15.00, se puede disfrutar de una hora de trayecto por el mar, al precio aproximado de 1.000 pesetas, con precios especiales para grupos. En el transcurso de esta excursión se pueden contemplar algunos de los más famosos monumentos de Mallorca, como la catedral, que es de los lugares más admirados de todo el trayecto; el Castell de Bellver, que a pesar de la distancia se ve con gran claridad, y rodeado por sus pinos y por los altos mástiles de los barcos del puerto, que son un elemento decorativo permanente en todo el Passeig Marítim; el Palau de l'Almudaina, la nueva zona de sa Murada junto al Passeig de Sagrera, algunos de los molinos del Jonquet y algún rincón del casco antiguo de Ciutat.
La gran expectación que causa la Seu entre todos los pasajeros deja atrás otros monumentos, también muy importantes, como el Palau de l'Almudaina. Además de todo esto, también se observan paisajes desde el Cap Blanc, pasando por el Passeig Marítim, hasta Portopí, incluyendo la presencia del privilegiado Portet de Can Barbarà, el Parc de la Mar, el Castell de Sant Carles, el Club Náutico de Palma, la base naval y la estación marítima, en la que se pueden contemplar desde lujosos yates y veleros hasta auténticos e impresionantes barcos de crucero que recalan cada fin de semana.
Detrás de toda la costa del Passeig Marítim, aún puede verse toda la zona de na Burguesa, que hace unos años fue incendiada, a la cual le queda aún bastante para volver a su estado inicial. También se observan determinados sectores, en la zona del Mollet, encargados de la reparación de barcos, en los que llama la atención la cantidad de inmensas grúas, dirigidas por los marineros, que se utilizan para manejar las embarcaciones, además de diversos restaurantes situados a lo largo del puerto con amplias terrazas y vistas al mar, que no apreciaríamos desde la costa.