Los nacionalistas en el Ajuntament de Palma denunciaron ayer el vertido de tierra, piedras y otros materiales al cauce del torrente de sa Riera por parte de la empresa adjudicataria de las obras de ampliación del cementerio municipal, que en estos momentos se están ejecutando en terrenos de Son Valentí.
El PSM alerta de que «a la mala situación en que se encuentran ya los torrentes de Cala Major o de Sant Agustí y, últimamente también el de Na Barbarà en el Molinar, ahora debe sumarse la del torrente de sa Riera, que se está convirtiendo en un auténtico peligro para la ciudad por el vertido de material que puede llegar a entorpecer el curso de las aguas».
El grupo teme que de no denunciarse, esta situación se mantenga
hasta la llegada de las lluvias a partir del mes de
septiembre.
Los denunciantes afirman que se han instalado grandes tuberías
justo a la entrada del puente el Camí de Jesús, «la cual puede
llegar a quedar taponada con los materiales que se están vertiendo
al lecho del torrente en caso de que lleguen grandes cantidades de
agua». Además, prosiguen, el antiguo muro de contención finaliza
allí donde comienzan las obras de ampliación, «de manera que en
este tramo no existe ningún dique que evite la bajada de la tierra,
y las toneladas de ésta y de piedras que se están acumulando
provocan que el torrente se vaya estrechando a medida que se acerca
a la costa, en lugar de ir ensanchándose».