Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) comunicó a la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Spanair, Air Europa, Iberia y CASA su intención de renunciar a la construcción del hangar de Palma debido a que no puede hacer frente a los gastos que conlleva ese proyecto. Los miembros de la UTE se reunieron ayer en Madrid para debatir la nueva situación planteada y esperan que esa decisión sea oficial para iniciar la interposición de una denuncia por daños y perjuicios, según confirmó ayer un portavoz del sector aéreo.
El ente público había adjudicado meses atrás a la UTE formada por Iberia, Spanair, Air Europa y CASA la explotación y gestión del nuevo hangar de mantenimiento de Son Sant Joan.
AENA tenía previsto convocar y adjudicar este verano el concurso para la construcción del hangar, cuya inversión global (zona de urbanización, hangar y plataforma) rondará los 3.000 millones de pesetas. La intención era que el hangar estuviese operativo a principios del 2001. Las previsiones de amortización de las obras se habían cifrado en quince años, pero ello dependerá del canon que se imponga acorde con la producción del nuevo hangar.
El hangar, ahora en entredicho, iba a suponer un mejora muy importante para la infraestructura aeroportuaria de Palma. Las nuevas instalaciones contaban con el respaldo del Govern, ya que Francisco Cal Pardo (director general del ente público) había negociado directamente con el conseller en funciones d Economia i Hisenda, Antoni Rami, la viabilidad económica del proyecto.