Nada mejor que aprender los instrumentos musicales y al mismo tiempo divertirse en las Colonias Musicales de Binicanella. Estas colonias, instituidas y financiadas en parte por el Govern balear, tienen como fin primordial dar a conocer y fomentar la cultura musical e incluso iniciar en la práctica de los distintos instrumentos a los niños con edades comprendidas entre los 8 y los 17 años, en un ambiente de armonía y compañerismo.
El objetivo final, según explica la directora de las colonias, Maria Antònia Palmer, es que los niños desde su infancia «sepan que es posible combinar la creación musical con la diversión».
Son muchos los valores que se adquieren mediante la música, así lo corrobora la coordinadora musical, Teresa Miquel. Se adquiere «cultura general, una mayor sensibilidad y se desarrollan los instintos».
Dentro y fuera de la finca se han acondicionado varias aulas de música donde se imparten cursos de una duración de media hora de piano, violín, violoncelo, guitarra, flauta travesera, danza, canto coral e instrumentos Orff. La música suena por todos los rincones de la casa a cualquier hora del día. Los cursos se desarrollan desde las 9.30 horas hasta las 19.00 horas.
Los niños recorren cada aula y van viendo todos los instrumentos, de forma que al final hayan conocido cada uno de ellos. Seis monitores y ocho profesores de música atienden a los 68 niños que pasan esta semana en Binicanella.
Algunos niños comienzan a conocer la música de una manera divertida en las colonias. Después de seis días en continuo contacto con la música, más de uno empieza a estudiar algún instrumento. Esto le ocurrió a Marta Cirer, de 8 años. «El año pasado no tocaba ningún instrumento. Me gustó mucho el piano y empecé a tocarlo en el colegio». l Coro Soto