El profesor de Economía de la Universidad de la Habana Alejandro Durán deploró ayer en Palma «la constante vinculación que se hace en el resto del mundo de Cuba como paraíso del turismo sexual». «Cuba no puede ser el paraíso sexual del Caribe. Es una imagen que queremos eliminar a toda costa y por ello el Gobierno está potenciando las vacaciones familiares e incluso, de turismo rural», precisó.
Durán, que pronunció la conferencia «Situación actual y perspectivas del turismo en Cuba» invitado por el Cercle Financer de La Caixa, dijo que la policía cubana «tiene órdenes de pedir la documentación a aquellas adolescentes que se prostituyen en las zonas turísticas, como Varadero, para controlar esa actividad».
«Queremos huir de las imágenes vinculadas al turismo sexual, porque no conducen a nada bueno», indicó. Añadió que los empresarios turísticos extranjeros «encuentran muchas facilidades para invertir en Cuba debido a que pueden elegir la forma de hacerlo, ya sea de manera individual o asociándose con el Estado».
Señaló que el Gobierno de Fidel Castro intenta no caer en los errores de otros centros turísticos que han dañado el entorno en su afán de captar más cuota de clientes, y dijo que el margen «ideal» es admitir entre 11 y 12 millones de visitantes cada año, «es decir, un turista por cada habitante», precisó.
Según Durán, «El Estado cubano garantiza al cien por cien la seguridad de las inversiones extranjeras, y de ello pueden dar fe varios empresarios, entre ellos, el mallorquín Gabriel Escarrer, pionero del negocio hotelero en mi país».