Los partidos de izquierdas comenzaron ayer a diseñar su plan para
enviar al actual presidente en funciones, Jaume Matas, y al PP a la
oposición.
El candidato socialista a la Presidencia del Govern, Francesc
Antich, se reunió con Pere Sampol, candidato del PSM, Eberhard
Grosske, de Esquerra Unida, Margalida Rosselló (número dos en la
lista de EU-Els Verds), la socialista Joana Barceló (futura
presidenta del Consell Insular de Menorca), Pilar Costa (futura
presidenta del Consell Insular d'Eivissa i Formentera por el Pacte
Progressista) y Santiago Ferrer (futuro diputado por la Coalició
d'Organitzacions Progressistes de Formentera) para preparar un
programa de gobierno que presentarán a Unió Mallorquina la próxima
semana.
«Las negociaciones con UM se realizarán con tranquilidad», recalcó el socialista Antich, quien reiteró que el objetivo es «asegurar un Govern balear progresista».
Desde las filas socialistas se asegura de manera extraoficial que UM está dispuesto a pactar con los partidos de izquierdas, aunque ningún dirigente del PSOE quiere lanzar las campanas al vuelo.
Antich dijo que no se le ha pasado por la cabeza que UM pretenda presidir la Comunitat, aunque subrayó que «todo puede ser objeto de debate». Durante toda la campaña electoral el candidato socialista ha insistido en que él sería el presidente del Govern en caso de que Matas perdiese las elecciones. «Lo que vería ilógico es que el futuro Govern fuera popular», añadió Antich.
Pere Sampol, del PSM, también se sumó a la teoría de Antich de que el PSOE debe presidir el futuro Govern. «Nosotros "manifestó Sampol" debemos ser fieles al eslogan de nuestra campaña, que es el del cambio, y considero lógico que sean los socialistas los que presidan el Ejecutivo al ser la fuerza progresista más votada».