El aumento de las denuncias de los usuarios de los aparcamientos subterráneos de Palma ha propiciado la subida de las primas fijadas por las compañías de seguros a los propietarios de esas empresas. El directivo de Aparcamientos Mallorca, José María Lafuente López, confirmó a este diario que la avalancha de quejas ha alterado la política de tarifas de las compañías de seguros. «Ahora pagamos más, con porcentajes que varían de acuerdo a las características y situación del aparcamiento», precisó. Los robos o daños sufridos por los vehículos estacionados en esas instalaciones originan las protestas. Las empresas propietarias afirman que ellos no son los responsables de los desperfectos, tal y cómo hacen saber a los usuarios con carteles indicadores en los accesos a las instalaciones. Los jueces, sin embargo, están fallando a favor de los clientes de los parkings.
El denominador común en todos ellos es la polémica creada en torno a la obligatoriedad, o no, que tienen los propietarios de los aparcamientos de los gastos ocasionados por daños, desperfectos o robos que sufran los coches mientras están estacionados.
En estos momentos, hay habilitados doce aparcamientos subterráneos en Palma. Pese a esa cantidad de parkings, la masiva afluencia de visitantes en temporada alta coloca el cartel de «completo» en todas las instalaciones. Según los datos oficiales, los aparcamientos de la Plaça Major, plaza de los Patines, Avenidas y Parc de la Mar son los que soportan la mayor parte de la sobredemanda. En cambio otros, como los de la plaza Rossellón o Passeig Mallorca mantienen casi igual la ocupación durante la época estival.