De padre mallorquín y madre sueca, Ana Vives Johansson confiesa que nació cantando. «Bueno lloré como todos los niños, "añade" pero canto desde que nací». Sólo tiene dos pasiones: cantar y jugar al golf, aunque lo último, según ella, es lo que peor hace. Estilo con el palo y fuerza al darle a la pelota, le sobran. Mide 1.73 de estatura, cabello rubio y ojos marrones, derrocha simpatía, amabilidad y mucho caracter.
Es madrugadora y a primera hora de la mañana se pone a estudiar. No desayuna, no hace ejercicio físico y se pasa el día viajando por Internet, estudiando, haciendo pruebas para sacarse el permiso de conducir y... ¡ah!, cantando.