Con mucha intensidad y un calor sofocante vivieron la romería del Rocío el grupo de 67 miembros de la hermandad de Palma que se desplazaron hasta la aldea de Almonte. Acompañaron la expedición el presidente, Juan Antonio Torres Navarrete, y el capellán Sebatián Feliu.
Muchos actos y pocas horas de descanso marcaron este viaje de seis días. El presidente explicó que «por ser una hermandad acogida a la de La Palma del Condado, asistimos en dicha localidad a la misa de romeros a las 5 de la mañana. Luego iniciamos el camino de 36 kilómetros hasta Almonte, llegando alrededor de las nueve de la noche. Los 6 primeros kilómetros se recorren sobre el asfalto, luego ya viene el campo y la arena. En el trayecto contamos con dos carriolas de avituallamiento».
Durante el camino pararon en el Hogar del Pastorcito, un colegio
para disminuidos psíquicos y físicos para ofrecerles
alimentos.
En la aldea convivieron en la casa que dispone la hermandad de
Palma. La madrugada del día grande la vivieron con emoción junto a
más de un millón de asistentes. l Amalia Estabén