Casi dos horas de soporífero y aburrido debate tuvo que aguantar el medio centenar de médicos internos residentes (MIR) antes de poder plantear a los políticos la cuestión que les llevó a llevar ayer por la noche al salón de actos del Colegio Oficial de Médicos de Baleares la defensa de la vía MIR como única vía para acceder al título de especialista. La sede colegial fue el escenario del debate preelectoral sobre «La sanidad del 2000».
Y no consiguieron compromisos, tan sólo buenas palabras pese a haber aguantado como podían (incluidas llamadas entre ellos con teléfonos móviles para pasar al rato) un debate que sólo fue salvado por los representantes del PP, el conseller de Sanitat i Consum, Francesc Fiol, y el del PSM, el regidor de sa Pobla y médico Onofre Pons. El resto muy poco ofrecieron a los asistentes.
Si hace cuatro años a este mismo debate apenas acudió una decena de personas, en esta ocasión hubiera ocurrido lo mismo si los médicos residentes, que ayer iniciaron una huelga de cuatro días, no hubieran decidido acudir en masa a la sede del Colegio de Médicos para exponer a los políticos su preocupación por el título de especialista que quiere dar el Ministerio de Sanidad a médicos que se han formado por otras vías distintas al MIR, los llamados MESTO.
De todas formas, el debate estaba viciado en cuanto que Balears no tiene todavía las competencias en materia sanitaria. Justamente este tema fue abordado por todos los representantes políticos exponiendo la necesidad de que el traspaso se realice con suficiencia económica. Pese a la asistencia masiva de los MIR "que justo en el inicio del debate sacaron sus batas escondidas y se las pusieron", ninguno de los políticos hizo referencia a ellos hasta que fueron preguntados por los mismos interesados.