Seis refugiados albano-kosovares se encuentran acogidos en Mallorca tras abandonar Kosovo, semanas atrás, escapando del horror de la guerra. Los seis inmigrantes llegaron a la Isla de forma ilegal, pagando elevadas sumas de dinero a mafias organizadas y al margen de los planes de acogimiento previstos por el Gobierno español, por lo que no forman parte del contingente de entre 25 y 30 refugiados que viajará la semana próxima a Palma procedente de Cheste (Valencia).
Los seis refugiados, el primero de los cuales llegó a Palma a primeros de mayo, abandonaron Kosovo obligados por la policía y el Ejército serbio, escapando de la campaña de limpieza étnica impulsada por el presidente de la república yugoslava, Slobodan Milosevic. Todos ellos realizaron el viaje desde Albania a Barcelona y Valencia ocultos en los remolques de camiones (algunos con matrícula griega) previo pago de una suma superior al medio millón de pesetas por cabeza, cantidad que debía ser abonada en dólares americanos o marcos alemanes. Posteriormente, llegaron a la Isla por vía marítima. Este suceso ha puesto de manifiesto la existencia de redes organizadas dedicadas al tráfico ilegal de inmigrantes provenientes de la antigua Yugoslavia.
Fuentes bien informadas, consultadas ayer por Ultima Hora , confirmaron a este medio la presencia de los seis inmigrantes (todos ellos varones de edades comprendidas entre los 25 y los 35 años) en Palma, la mayor parte de los cuales han sido acogidos temporalmente en domicilios particulares por amigos o familiares comunes. Las mismas fuentes dijeron que se ha incoado expediente de expulsión a dos de estos refugiados en aplicación del artículo 27 de la Ley de Extranjería por carecer de medios de vida conocidos y documentación. Estos dos albano-kosovares fueron hallados durmiendo en la calle por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y conducidos hasta las dependencias policiales, donde pasaron las 72 horas preceptivas en los calabozos antes de su puesta en libertad. Posteriormente, los dos inmigrantes acudieron a Creu Roja.