«Què te pareix, quina monada, està preciós!», exclamó una mujer de Sant Joan recién besada por el candidato Jaume Matas nada más comenzar la visita electoral a Sant Joan, arropado por Carlos Ripoll, Gaspar Oliver y Rosa Estaràs, Joan Flaquer y el alcalde Biel Mora. Matas jugaba en casa, a juzgar por el hecho de que las únicas pancartas y carteles electorales que pudimos ver en el pueblo eran las del PP. Por eso no es de extrañar que nada más llegar se pusiera a hablar y dar la mano a los hombres y besar a las señoras como si fueran de la familia, en proporción tal que no recordamos haber visto nunca tantos besos, abrazos y saludos por metro cuadrado.
Matas tenía jornada electoral en este pueblo, en donde se limitó
a recorrer la calle en la que estaba instalado el mercado y también
dos bares.
Podemos dar fe de que no paró de recibir piropos, especialmente de
aquellas señores que comentaban que hasta entonces sólo lo habían
visto por televisión y que no querían desaprovechar la ocasión de
recibir el beso electoral y un caramelo.
Por la noche, mitin en una pista de tenis de Fornalutx con la asistencia de unas 50 personas. Ambiente frío, como en otros mítines, como reconocen en la intimidad.