Los diputados que salgan elegidos en estas elecciones autonómicas serán los encargados de disfrutar el nuevo edificio Ramon Llull, propiedad del Parlament, que acogerá las oficinas y dependencias administrativas de la Cámara legislativa.
El president del Parlament, Joan Huguet, visitó ayer las obras de este nuevo edificio que tenía que haber sido inaugurado este mismo mes pero que no podrá estar en marcha hasta dentro de un año. Serán los diputados del siglo XXI quienes utilicen este nuevo edificio de oficinas.
Durante la visita al edificio, a la que también fueron el vicepresident del Parlament Andreu Crespí y la secretaria de la Mesa Pilar Ferrer, uno de los arquitectos del proyecto, Jaime García-Ruiz, explicó que los retrasos se han debido a problemas de cimentación y forjados en la estructura del edificio, que además han elevado el presupuesto definitivo de construcción a 567 millones de pesetas, a los que hay que sumar los más de 400 que costó el edificio. El proyecto de rehabilitación respeta la fachadas que dan a las calles Palau Reial, Conquistador y Victòria. El elemento que ordena todo el edificio es la escalera interior y se crea un gran patio central mediante la agrupación de varios patios de luces conectados entre sí por diversas pasarelas.
Este edificio tendrá finalmente una superficie útil de 3.521 metros cuadrados y se destinará básicamente a las oficinas de los grupos parlamentarios y otros servicios administrativos que se distribuyen en una planta baja, entresuelo y tres plantas más, de los dos sótanos.