Cáritas Mallorca presentó ayer la memoria correspondiente al año pasado, en el que atendió a 1.569 familias, realizó 6.111 entrevistas, recibió 4.038 peticiones de ayuda e intervino en 5.892 casos.
Durante 1998, Cáritas destinó 320.467.000 pesetas a los programas de formación del voluntariado, ayuda a familias, reclusos, inmigrantes, escuela de trabajadores familiares y cooperación internacional, aunque el presupuesto dedicado a servicios sociales se incrementó en 50 millones con respecto a 1997. En cuanto a las campañas internacionales en Centro América, Ruanda, Sudán, Kosovo-Bosnia, Burundi, Zaire y Tercer Mundo, se distribuyeron 34.987.000 pesetas.
En 1998, Cáritas ingresó, como recursos propios (donativos, suscripciones, campañas, herencias o venta de artículos) 171.500.000 pesetas; 140.200.000 procedentes de la Administración pública y 6.688.000 de otras entidades.
Gabriel Pérez, delegado diocesano de Acción Social, que junto a Maria Salleras, directora de Cáritas, y dos trabajadoras sociales presentó el balance de Cáritas de 1998, destacó la labor que desarrollan los 700 voluntarios en parroquias y pueblos trabajando día a día con familias, mujeres y niños que necesitan ayuda.