El alcalde de Palma decidió la madrugada del jueves no llevar al pleno que se celebró ayer en Cort el informe técnico que abría la puerta para la modificación de la Ordenanza del Ruido tras alcanzar un acuerdo con las hoteleros y empresarios de discotecas por una lado y propietarios de terrazas por otro.
Los primeros exigieron al Ajuntament conocer el contenido del estudio técnico y a partir de éste realizar alguna propuesta. El alcalde se reunió esa misma noche con los propietarios de terrazas a los que solicitó «un poco de paciencia» y se comprometió a celebrar una reunión tripartita tras las elecciones.
Por su parte, el portavoz de los propietarios de terrazas, José Tirado, reconoció que «nos sentimos un poco decepcionados por la postura del Consistorio, pues iniciamos estas conversaciones en octubre y no han servido para nada. Nos parece una discriminación».
No obstante, Tirado apuntó que «seguiremos con las espadas en alto intentando hacer valer los informes municipales, pero como en estos momentos una movilización no le favorece a nadie, decidimos aceptar la propuesta del alcalde, que a cambio nos dijo que la vigilancia policial sería más flexible, siempre que no exista presión vecinal».
Pero Fageda negó tajantemente haber realizado semejante propuesta y afirmó que «es mentira, pues sería una ilegalidad. Mientras siga en vigor la Ordenanza se deberá cumplir como hasta ahora».