Los touroperadores y agencias de viajes consideran que en caso de que haya huelga de autocares los días 28, 29 y 30, «se producirá una batalla campal en el propio aeropuerto para disponer de transporte alternativo, ya que será materialmente imposible el poder trasladar a todos los turistas pese al plan programado por AENA-Palma, que se centra en el cumplimiento de los servicios mínimos que reglamente el Govern», comentaban ayer los representantes de los principales touroperadores extranjeros en la reunión mantenida en el propio aeropuerto, en el que estuvieron también los representantes del sector turístico, policía y taxistas.
El director del aeropuerto, Pedro Meaurio, confía, al igual que todo el sector, que la huelga se desconvoque, pero en caso contrario se intentará arbitrar «el mejor sistema para evitar el caos en Son Sant Joan y que no se tenga que cerrar el aeropuerto. Queremos que en llegadas el pasajero esté menos de tres horas esperando y que en salidas se facture tres horas antes». Microbuses, turismos clase C, coches particulares y, especialmente, taxis, serán los medios alternativos que utilizarán los touroperadores: «Hemos hecho un cálculo mediante el cual con 1.800 taxis se puede dar una cobertura casi óptima, pero para ello debe haber un orden establecido y asignación de recogida de turistas. El coste estimado por los mayoristas por el uso de taxis rondará los 300 millones en los tres días de huelga».
Una comisión técnica integrada por AENA, taxistas, transportistas, compañías aéreas y agencias ultima el plan concreto para la distribución del transporte.
El intento de mediación ayer del director general de Treball, Fernando Villalobos, para salvar la huelga se saldó con un rotundo fracaso y duras acusaciones de los sindicatos al Govern y a los empresarios. Tras el rechazo sindical a una primera propuesta por suponer un incremento del 2'3% lineal, los empresarios se mantuvieron en el 4% lineal que ya originó la ruptura.