Balears se sitúa a la cabeza del consumo de fitoterapia (productos elaborados a partir de plantas medicinales) en farmacia en España según un estudio elaborado por uno de los laboratorios con mayor presencia de este tipo de productos en el mercado. Cada balear consume, al menos, un envase de plantas medicinales al año y gasta una media de 778 pesetas, frente a las 414 pesetas del resto del país. El año pasado se vendieron en las farmacias de Balears 808.000 envases de productos fitoterapéuticos por un valor global de 557 millones de pesetas. El consumo de estos productos casi dobla a la media nacional (1'1 frente a 0'6).
Los autores del estudio atribuyen esta cifra a «la gran tradición de la fitoterapia en las Islas» así como a la gran presencia de población extranjera, fundamentalmente alemana, acostumbrada a acudir a la farmacia en busca de productos elaborados a partir de plantas medicinales. En Alemania "recoge el estudio" el consumo de estos fármacos suponen la mitad del total y una planta para la depresión se receta casi cuatro veces más que el antidepresivo más conocido en el mundo, el Prozac.
«Los españoles aún nos encontramos muy alejados de nuestros vecinos europeos respecto a la utilización de la fitoterapia, un hecho que es debido, entre otras causas, al desconocimiento de la fitoterapia por los médicos, quienes no la aprenden en la Facultad», afirma el profesor de Farmacognosia y Fitoterapia de la Universidad de Barcelona, Salvador Cañigueral. Sin embargo, comenta, España es el país de la UE con mayor crecimiento en el consumo de plantas medicinales en farmacia. En Balears, el pasado año las ventas crecieron un 28% respecto a 1997.
Las farmacias desbancan a los herbolarios
La seguridad es uno de los factores que, según los expertos, está
influyendo en que los pacientes opten cada vez más por la farmacia
frente a otros establecimientos en busca de plantas medicinales. Un
30% de los productos elaborados con plantas medicinales se
distribuye a través de las farmacias y el resto, a través de
herbolarios y superficies comerciales, mientras que en otros países
europeos los porcentajes son, habitualmente, los opuestos. Sin
embargo, la tendencia registrada en los últimos años es a un
consumo cada vez mayor a través de las farmacias.