El Mallorca, además de darnos la satisfacción de asistir a una final europea de fútbol, nos ha ofrecido la oportunidad de poder cruzar el Canal de la Mancha por el túnel dos veces en menos de 24 horas, o lo que es lo mismo, recorrer en un tren especial, en el que caben coches, motos y autocares, con la sensación de que no te mueves ni que cruzas ningún túnel.
La experiencia es recomendable, porque si no la tienes alguna
vez te puedes quedar con las ganas de tenerla.
Ya sea en Dover o en Calais, los indicadores te dejan delante de
los horarios de las salidas del tren, y cuando se enciende la luz
verde del semáforo, a través de un corto recorrido, llegas al andén
y te introduces en el vagón. Ya en su interior, puedes abandonar el
vehículo en el que vas, fumarte un cigarrillo, hacerte fotos "como
hicimos nosotros" o ir al servicio. Tienes algo menos de media hora
para hacer lo que te plazca.
Eso sí, una vez en marcha, no mires por las ventanillas, pues no verás nada del exterior. Normal: circulas a alta velocidad por un túnel en la más completa oscuridad. ¡Ah! si llegas de Bruselas en tren, éste recorrerá ese mismo túnel por una vía férrea creada para él.