Un informe técnico elaborado en Balears sobre la atención al enfermo oncológico terminal, y que fue presentado ayer, señala la necesidad de que las instituciones sanitarias aborden un plan de atención en curas paliativas. Y es que en Balears mueren unos 1.750 pacientes de cáncer al año de los que 1.600 desarrollan una fase terminal identificable.
La duración media de la fase terminal es de 99 días con una prevalencia de 434 casos. El cáncer de pulmón es el que más incidencia y muertes causa entre los hombres y el de mama entre las mujeres.
El libro «La atención al enfermo oncológico terminal de Balears» ha sido elaborado por los médicos Enric Benito, Joan Llobera, Onofre Pons y Joan Santamaria asesorados por 26 profesionales.
Entre las recomendaciones está la necesidad de dar a estos pacientes un mayor soporte social y, entre otras cosas, potenciar la ayuda en el domicilio por medio de los médicos y enfermeras de Atención Primaria. El informe indica que los ingresos deben realizarse en unidades específicas con unas condiciones lo más parecidas posibles a sus domicilio, estimando que se necesitan en Balears de 52 a 57 camas específicas que deberían distribuirse en Verge de la Salut, Hospital General, Menorca y Eivissa. Asimismo, se propone crear unidades específicas de atención en los hospitales de agudos.