Ayer fue presentado, en Madrid, el proyecto del Museu d'Art Modern i Contemporani, promovido por la Fundació d'Art Serra y el Ajuntament de Palma. El acto tuvo lugar en la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Promovido por la fundación y la institución municipal, también participan en el consorcio que lo llevará a cabo el Govern de Balears y el Consell Insular de Mallorca.
Como ya es de sobras conocido, este museo ocupará el espacio rehabilitado del actual Baluard de Sant Pere, lo que duplica el beneficio de su instalación. En primer lugar, por lo que significa de recuperación de un espacio y la consiguiente del entorno, el antiguo barrio de pescadores de Sant Pere, después degradado y ahora revitalizado por la recuperación arquitectónica y artística.
Otro beneficio es el de dotar a Ciutat y a toda Mallorca de un museo de arte moderno y contemporáneo con un fondo inicial de obras valoradas en más de mil millones de pesetas que podrá y deberá ser aumentado al ritmo de las futuras donaciones.
La nómina inicial de artistas presentes con sus obras es ya, de por sí, importante porque estarán representados los grandes de este siglo, con españoles como Miró, Picasso o Tàpies, junto a otros extranjeros y, lo que es más, con mallorquines que verán, así, reconocidos sus méritos, como Juli Ramis, Miquel Barceló o Ramón Canet, que, gracias a este museo, serán profetas en su tierra.
Cabe referirnos, finalmente, al proyecto arquitectónico que, como no podía ser menos, combinará el respeto a los valores históricos del complejo, junto a un concepto moderno de lo que debe ser un museo vivo. Cerraremos, por tanto, el siglo XX, con una muestra extraordinaria de lo que ha sido artísticamente.